El venerable Gueshela aparece al final en pantalla dirigiéndose directamente a nosotros y dándonos una enseñanza preciosa y poderosa. Dice que la obra no es una obra ordinaria, sino que nos muestra físicamente la dirección correcta, el camino correcto para nuestra vida. Nos anima encarecidamente a no malgastar nuestra preciosa vida humana, que se acaba rápidamente, sino a comprender el verdadero significado de la vida humana. Podemos hacerlo siguiendo los pasos de Buda, como vemos en la obra, pero en nuestra vida moderna, sin contentarnos con la liberación temporal o los logros de esta vida, sino esforzándonos por alcanzar la liberación y la iluminación movidos por la compasión hacia todos los seres sintientes. Sugiere que veamos la obra todos los años y saquemos buenas conclusiones.