Cambiando mi mente, cambiando mi mundo
Edna Moreno
SENTÍA QUE MI VIDA NO TENÍA MUCHO SENTIDO
¡Hola! Mi nombre es Edna Moreno y pertenezco al Centro de Meditación Kadampa de Guadalajara.
Desde que conocí el Dharma, hace aproximadamente 8 años, me di cuenta de que estas enseñanzas eran muy especiales y de un gran valor.
La escucha y práctica del Dharma ha transformado mi vida en muchos sentidos.
Recuerdo que, por lo general, cuando tenía un problema o me sentía mal emocionalmente, mi reacción inmediata era buscar algo o a alguien a quien culpar, sentía que mi infelicidad era provocada muchas veces porque los demás, mi familia, pareja, conocidos e incluso amigos, no me comprendían o eran injustos conmigo y por muchos años me sentí como una víctima de estas circunstancias.
También solía pensar que otras personas que parecían tener mejores condiciones que yo, como una familia más unida, muchas amistades, popularidad, reconocimiento, etc., realmente eran felices y que si yo pudiera tener lo mismo que ellos seguramente me sentiría plena.
Esta manera de pensar me llevaba a estar siempre insatisfecha y a sentir que mi vida no tenía mucho sentido, no entendía cuál era el punto de estar así, sin encontrar lo que quería y en su lugar, experimentando un sin fin de problemas.
Reconociendo el verdadero problema
Las primeras veces que comencé a escuchar las enseñanzas de Buda, el Dharma, recuerdo que una de las cosas que más captó mi atención y que me hizo reflexionar fue el saber que la felicidad y el sufrimiento son en realidad estados mentales y que esta no dependía de las condiciones externas.
En particular, me causó mucho impacto una frase que leí en un separador de libros kadampa que decía: "Si cambias tu mente, cambias tu mundo", y aunque en esos momentos no entendía exactamente qué iba a hacer para que eso sucediera, algo dentro de mí sentía que, por fin, había encontrado lo que necesitaba.
Ahora puedo decir que cuando me enfrento a una situación difícil, ya no sostengo ese pensamiento en automático que culpa a otros o los hace responsables del malestar que experimento, sino que trato de observar en mi interior y reconocer que, si la estoy pasando mal, el verdadero problema está dentro y no fuera.
Este reconocimiento para mí ha sido invaluable, porque me permite mejorar continuamente y en lugar de vivir todo el tiempo con la expectativa de que los demás cambien o que mis condiciones mejoren, intentar poner mi atención en lo que sí puedo cambiar y controlar: mi propia mente.
ENCONTRANDO INSPIRACIÓN
Este es un trabajo que hay que hacer día a día que, en muchas ocasiones, no es fácil pero que vale totalmente la pena.
A lo largo de este viaje he tenido la oportunidad de conocer a personas maravillosas que forman parte de la gran familia kadampa, maestros y amigos espirituales de quienes he recibido mucha inspiración. A través de su ejemplo, me doy cuenta de que en verdad, a medida que vamos transformando nuestra mente, cambia nuestro mundo y somos capaces de superar nuestras propias limitaciones, esas que pensábamos que no podríamos vencer, y convertirnos en alguien que es capaz de inspirar y beneficiar a los demás.
Edna asiste al CMK de Guadalajara.