Hacia la mitad de la marcha, guen Tonglam guió la primera meditación: una sencilla meditación respiratoria para apaciguar nuestros pensamientos y distracciones. Luego intentamos mantener la experiencia de paz interior en nuestro corazón y llevarla con nosotros al salir de la meditación. A continuación, caminamos con atención plena en silencio durante el resto de la caminata, manteniendo la experiencia de paz.

Guen Tonglam guió la segunda meditación en la playa de Silvermine Bay, hacia el final de la marcha. Con el sonido de las olas de fondo, practicamos la consideración de todos nuestros pensamientos y distracciones, sonidos externos y sentimientos, como olas que surgen del océano ilimitado de nuestra conciencia raíz. Vimos surgir las olas de nuestros pensamientos conceptuales y permitimos que desaparecieran de forma natural sin aferrarnos a nada. A medida que profundizamos en el océano de nuestra conciencia, las olas de la distracción ya no nos molestan, y nuestra mente se vuelve profundamente pacífica. ¡Una experiencia maravillosa!