Todo el mundo está feliz de estar aquí, todavía instalándose y explorando el lugar del festival y el Centro Madre. Siempre nos sentimos muy bendecidos y tenemos una sensación muy especial al estar en el hogar del venerable Gueshela. Es realmente un lugar sagrado, impregnado de poderosas bendiciones vivas acumuladas a lo largo de años de práctica, iniciaciones y enseñanzas que han tenido lugar aquí.

En los últimos doce meses se han hecho muchas mejoras en nuestro hogar espiritual, cuidándolo de formas visibles e invisibles. Está claro que se ha pensado mucho en embellecerlo, protegerlo, organizarlo mejor y modernizarlo. Muchas paredes, dentro y fuera, están recién pintadas, se han trazado nuevos caminos, ha aparecido una zona de alimentación, la nueva recepción da la bienvenida a la gente, y el altar está más precioso que nunca. El KMC Manjushri se siente querido y cuidado.