Por la tarde tuvimos la introducción con Guenla Kunsang. Nos anima a "disfrutar de nuestras vacaciones espirituales, con amigos espirituales en nuestro hogar espiritual". Nos pregunta qué diferencia las vacaciones espirituales de las ordinarias. En lugar de centrarnos en disfrutar de los placeres mundanos, que a menudo aumentan nuestros engaños y sufrimientos, disfrutamos del néctar de las enseñanzas de Buda, el Dharma. Bañándonos en el océano de este sagrado néctar del Dharma podemos aprender a aumentar nuestras buenas cualidades y, como resultado, experimentaremos una mente apacible, verdadera felicidad, y nos llevaremos a casa muchas cosas valiosas en nuestro corazón.