Todos se van llenos de joyas espirituales y habiendo disfrutado de un tiempo precioso con la Sangha. Hay muchos abrazos y cálidas sonrisas cuando la gente empieza a marcharse. Dos autocares se dirigen a Granada para visitar una propiedad adquirida por la NKT para construir un hermoso centro de Dharma. En otro post daremos más detalles sobre ese viaje, pero se trata de un edificio exquisito y un proyecto emocionante que creará un hogar para el Dharma en el lugar que fue el hogar de nuestro Guía Espiritual durante muchos años.

En palabras de un participante: "Este es uno de los festivales más hermosos a los que he asistido. Ahora entiendo el propósito de los Festivales como una acumulación grupal de méritos que podemos utilizar para beneficiar a los demás."

Así concluimos nuestro Festival con muchas oraciones y dedicatorias por la paz mundial, y con muchas personas que regresan a sus hogares con energías renovadas para hacer florecer el Dharma. Como suele decir el venerable Gueshela: "Sin paz interior, la paz exterior es imposible".