Se podría decir que los Festivales se basan en el amor: amor por Gueshela, una profunda fuerza motivadora; amor por los demás, queriendo crear buenas condiciones para el Festival para que todos puedan disfrutar; amor por todos los seres sintientes, queriendo progresar espiritualmente para que podamos ayudar a otros a encontrar la verdadera felicidad y liberarse del sufrimiento.

Como escribe Gueshela en sus libros, ninguna acción virtuosa, por pequeña que sea, se desperdicia. Se puede ver a gente esforzándose por generar amor dondequiera que mires. Alguien quitando con cuidado un pequeño insecto de la ropa de otra persona antes de que se siente. Una apertura hacia los demás, incluso hacia aquellos que aún no conocemos. Sonriendo, siendo pacientes unos con otros. Algunos asumen la responsabilidad de cuidar a los demás mientras se desplazan por el sitio, manteniéndolos a todos a salvo.

En otros lugares, la gente lee o medita entre sesiones para profundizar su comprensión y práctica del amor. Realizan sus trabajos voluntarios, intentando servir a todos con igual amor y ecuanimidad. Algunos hacen ofrendas, una poderosa práctica de generosidad, o se postran en el Templo para purificar obstáculos que impiden el desarrollo de mentes como el amor.