Una semana preciosa en Monterrey
Nov 23, 2024
En general, la disciplina moral es la determinación virtuosa de abandonar cualquier acción perjudicial. Por ejemplo, si reconocemos las desventajas de cometer acciones perjudiciales, como matar, robar, o llevar una conducta sexual incorrecta, y tomamos la firme decisión de abstenernos de cometerlas, estamos practicando la disciplina moral.
De igual modo, la determinación de abstenernos de mentir, causar desunión con la palabra, pronunciar palabras ofensivas, chismorrear, tener codicia, tener malicia y sostener creencias erróneas, es también practicar la moralidad.
El Sutra del pratimoksha, Buda dice que sería mejor morir que no practicar la disciplina moral porque la muerte solo destruye esta vida, mientras que no observar la moralidad destruye nuestra oportunidad de disfrutar de felicidad en vidas futuras y nos condena a padecer los sufrimientos de los renacimientos inferiores una y otra vez.
En los países budistas, se considera que la disciplina moral es muy importante y, por esta razón, se respeta mucho a los monjes y monjas. No obstante, no solo ellos han practicar la disciplina moral, todos necesitamos hacerlo porque es la raíz de nuestra felicidad futura.
La práctica de la disciplina moral es la causa principal para renacer como un ser humano. Si practicamos la disciplina moral absteniéndonos de cometer acciones negativas, como matar, con la motivación de poder disfrutar de la felicidad humana, esta moralidad nos protegerá de renacer en los reinos inferiores y, gracias a ella, renaceremos como un ser humano en el futuro.
Si nos adiestramos en la disciplina moral con el deseo sincero de alcanzar la liberación propia o la iluminación total por el beneficio de todos los seres, estaremos practicando la disciplina moral superior.
La disciplina moral superior puede ser de tres clases: la del pratimoksha, la del Bodhisatva y la tántrica. Estas clases de disciplina moral se distinguen por la motivación con la que se practican y por las caídas específicas que abandonan.
La disciplina moral del pratimoksha está motivada por la aspiración de alcanzar la liberación propia, la del Bodhisatva lo está principalmente por la bodhichita, y la tántrica por la bodhichita especial tántrica.
Así como hay tres clases de disciplina moral, también hay tres clases de votos: los pratimoksha, los del Bodhisatva y los tántricos.
No todas las prácticas de la disciplina moral implican tomar votos. Por ejemplo, si comprendemos las desventajas de matar y por ello tomamos la resolución de abstenernos de cometer esta acción, estamos practicando esta virtud aunque no hayamos tomado ningún voto.