La atmósfera del Festival fue de felicidad e introspección, mientras los asistentes que asistían por primera vez se sumergían en la paz de unas vacaciones espirituales y en conversaciones significativas con nuevos amigos; y los kadampas experimentados profundizaban en la práctica de su corazón y en su fe en Doryhe Shugden.

Pasar tiempo en el entorno bendecido, tranquilo y relajante de nuestro Centro Nacional, KMC Australia, fue tan refrescante - un lugar especial hecho posible gracias a la bondad del venerable Gueshela.