Formación de maestros cualificados

El deseo del venerable Gueshe Kelsang es que el budismo sea accesible a todas aquellas personas de cualquier país o cultura que deseen practicarlo.

Para cumplir este deseo ha preparado a numerosos maestros cualificados para que puedan impartir las enseñanzas de Buda en su propia lengua y de acuerdo con su cultura.

En cada centro de budismo kadampa hay un maestro residente que está estudiando o ha completado el Programa de Formación de Maestros.

En este programa se estudian doce textos de sutra y tantra basados en los libros de Gueshe Kelsang, y los participantes tienen el compromiso de seguir el modo de vida budista con sinceridad y pureza, y de completar varios retiros de meditación.

Estos maestros mantienen el linaje de las bendiciones del budismo kadampa y están cualificados para enseñar los libros de Gueshe Kelsang. También están disponibles para ofrecer consejos personales sobre la meditación.

En muchos países es la primera vez que podemos contar con la experiencia y el apoyo de grandes maestros que nos pueden animar y dar consejos en nuestra propia lengua.

Este es uno de los mejores regalos que recibimos de Gueshe Kelsang.

La importancia de la formación de maestros

En una charla sobre los beneficios de los programas de estudio de la Nueva Tradición Kadampa, Gueshe Kelsang dice:

«El Budadharma es beneficioso para los demás solo si hay maestros cualificados. Sin maestros, los textos de Dharma por sí solos no proporcionan mucho beneficio. Para convertirse en un maestro de Dharma cualificado se necesita una preparación y un adiestramiento especiales.

No es fácil convertirse en un maestro de Dharma porque se necesitan varias cualidades especiales: sabiduría, visión correcta, fe, convicción y una conducta pura como ejemplo para los demás. Los maestros necesitan también una reserva inagotable de conocimiento de Dharma y experiencia para poder enseñar, de lo contrario su inspiración se agotará al cabo de uno o dos años.

Si un maestro carece de cualidades como la sabiduría, la experiencia, la fe y la motivación pura, a los demás les resultará difícil tener fe en él o en sus enseñanzas y no podrá beneficiarlos. Además, sin una formación y preparación apropiadas existe el riesgo de que los maestros mezclen sus enseñanzas con las actividades mundanas del samsara. Por lo tanto, si deseamos beneficiar verdaderamente a los demás, necesitamos una buena formación».