"Mientras caía una fuerte lluvia que parecía acompañar a las oraciones, nos acordamos de las lágrimas compasivas de Avalokiteshvara de las que apareció el elemento viento de todos los Budas como Tara. Los truenos y el viento nos recordaron el poder y la rapidez de Tara para ayudar a todos los seres vivos. Y el contraste entre el turbulento exterior y la paz y belleza del interior del templo parecía simbolizar la protección perfecta que encontramos en las Tres Joyas.

"Nuestro Maestro Residente guen Rigden presidió el retiro y nos animó a esforzarnos, especialmente durante las primeras horas de la mañana, lo que sin duda mereció la pena.

"Al final todo el mundo estaba lleno de bendiciones y muy feliz".