Meditar al aire libre
Mar 18, 2023
La práctica de confiar en el Guía Espiritual
Por Gueshe Kelsang Gyatso
En proceso de traducción al español
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En general, para cualquier práctica budista que realicemos es importante confiar en el Guía Espiritual, ya que es una fuente de inspiración y nos ayuda a aumentar nuestro entendimiento del Dharma y a progresar por el camino espiritual. Sin embargo, en el tantra es aún más importante.
Gran tesoro de méritos es un comentario a la sublime práctica Ofrenda al Guía Espiritual que se realiza en grupo dos veces al mes en todos los centros de budismo kadampa, y, además, en privado todos los días por muchos practicantes.
Para toda clase de practicantes es la puerta suprema para recibir bendiciones, pero lo es en especial para los que se adiestran en el Mahamudra del tantra.
Gueshe Kelsang comenta con detenimiento esta práctica explicando las etapas esenciales de los caminos del sutra y del tantra, y nos enseña cómo aumentar en gran medida la eficacia de nuestras meditaciones confiando de manera sincera en un Guía Espiritual cualificado.
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Todas las escuelas de budismo coinciden en que la práctica del yoga del Guru o confiar en el Guía Espiritual es la raíz del camino espiritual y el fundamento de todos las realizaciones. Esto lo podemos comprender por propia experiencia. Por ejemplo, si queremos adquirir maestría en determinados oficios, dominar un deporte o aprender a tocar un instrumento de música, buscaremos un maestro cualificado que nos enseñe. Si seguimos el ejemplo de nuestro maestro y ponemos en práctica sus instrucciones, finalmente lograremos nuestro objetivo y llegaremos a ser tan cualificados como él. Si para alcanzar logros mundanos como estos es necesario confiar en un maestro cualificado, cuánto más lo será para alcanzar realizaciones espirituales como la liberación y la iluminación.
Hay dos corrientes principales de budismo: el hinayana o vehículo menor y el mahayana o gran vehículo; y la práctica de confiar en el Guía Espiritual es fundamental en ambos. Según el vehículo hinayana, debemos considerar que el Guía Espiritual es como un Buda, y con fe y devoción hacerle ofrendas y ofrecerle nuestros servicios, y corresponder a su bondad siguiendo sus consejos y practicando sus instrucciones. Sin embargo, según el camino mahayana debemos considerar a nuestro Guía Espiritual como un verdadero Buda y con fe confiar con sinceridad en él de pensamiento y acción.
La meta última del practicante hinayana es el logro de la liberación. Este logro depende de practicar los tres adiestramientos superiores, que a su vez depende de generar antes la motivación de renuncia.
Todos estos logros dependen de la bondad de un Guía Espiritual cualificado. Por ejemplo, la motivación de la renuncia no surge de manera espontánea en nuestra mente, sino que hemos de cultivarla por medio de métodos especiales. En primer lugar hemos de reconocer la naturaleza insatisfactoria del samsara y generar el deseo de escaparnos de él. Esto depende de tener una comprensión clara de la impermanencia, el renacimiento, el karma, el refugio y las cuatro nobles verdades. Sin un Guía Espiritual que nos enseñe estas prácticas y nos anime a adiestrarnos en ellas, nunca adquiriremos estas experiencias.
Después de generar la mente de renuncia hemos de adiestrarnos en los tres adiestramientos superiores: el adiestramiento en la disciplina moral superior, el adiestramiento en la concentración superior y el adiestramiento en la sabiduría superior. Para practicar la disciplina moral superior primero hemos de recibir los votos de un Guía espiritual cualificado, que luego nos ayudará a practicar una moralidad pura enseñándonos qué debemos practicar y qué debemos evitar, y dándonos un ejemplo inmaculado que podamos seguir.
Sobre las bases de nuestro adiestramiento en la disciplina moral superior practicamos la concentración superior adiestrándonos en la permanencia apacible. Para ello hemos de eliminar los cinco obstáculos con la aplicación de los ocho antídotos.
Sin las instrucciones de un Guía Espiritual cualificado no sabremos ni siquiera cuáles son estos obstáculos ni sus antídotos ni el modo de aplicarlos. Por lo tanto, solo confiando en el Guía espiritual que nos da consejos e imparte las instrucciones apropiadas basadas en su propia experiencia podemos ir logrando las nueve permanencias mentales y finalmente alcanzar la permanencia apacible.
Si después de alcanzar permanencia apacible nos adiestramos en la sabiduría superior emplazando nuestra mente en concentración convergente en la vacuidad, pronto alcanzaremos la visión superior y con ella lograremos erradicar nuestro aferramiento propio y alcanzar la liberación del samsara. Sin embargo, la vacuidad es un objeto profundo y no es posible alcanzar una realización de ella sin haber recibido los consejos e instrucciones diestras de un Guía Espiritual cualificado. Por lo tanto, todas las etapas del camino hinayana a la liberación, desde la generación de la mente de renuncia hasta el abandono del aferramiento propio y el logro de la liberación, se alcanzan solo gracias a la bondad de un Guía Espiritual cualificado.
Al igual que confiar en un Guía Espiritual es esencial para completar el camino hinayana, también lo es para adiestrarnos en el camino mahayana. Todas las etapas del camino mahayana, desde generar ecuanimidad y gran compasión hasta el logro final de la Budeidad, se alcanzan solo con la guía y las bendiciones de un Guía Espiritual mahayana. Para entrar en el camino mahayana primero hemos de generar la motivación de bodhichita.
Al igual que ocurre con la renuncia, esta motivación no surge de manera natural, sino que es necesario cultivarla por medio de métodos especiales, como el de las siete causas y un efecto o el de igualarse uno mismo con los demás y cambiarse por ellos. Si no recibimos instrucciones ni la guía de un Guía Espiritual mahayana, no podremos alcanzar estas preciosas realizaciones. Después de generar bodhichita hemos de recibir los votos del Bodhisatva de un Guía Espiritual mahayana que luego nos instruya en las prácticas de las seis perfecciones y nos guíe por los caminos mahayanas y los diez planos del Bodhisatva hasta que alcancemos el camino de no más aprendizaje o Budeidad.
Sin la inspiración del ejemplo puro de nuestro Guía Espiritual, sus correctas instrucciones y sus continuas bendiciones, nunca completaremos este adiestramiento.
Si el adiestramiento en las etapas del camino del sutra no es posible sin confiar en un Guía Espiritual, es totalmente impensable emprender prácticas tántricas sin confiar en un maestro tántrico. Las enseñanzas tántricas de Buda son muy difíciles de comprender y están repartidas por diversos textos sin indicaciones claras de qué secuencia debemos seguir para ponerlas en práctica. Si intentamos practicar el tantra sin confiar en un maestro tántrico cualificado, solo aumentaremos nuestra confusión. En las escrituras se dice que por mucho que se bata el agua nunca produciremos mantequilla, y del mismo modo, por mucho que intentemos practicar el tantra sin confiar en un Guía Espiritual cualificado nunca alcanzaremos realizaciones tántricas. En cambio, si encontramos un Guía Espiritual tántrico totalmente cualificado, recibimos iniciaciones de él y confiamos en él con fe profunda, mantenemos nuestros votos y compromisos con pureza y practicamos con sinceridad las instrucciones de las etapas de generación y de consumación, podremos alcanzar la iluminación con facilidad en una corta vida humana.
Por lo tanto, podemos comprobar que todo el adiestramiento espiritual, ya sea hinayana o mahayana, en el sutra o en el tantra, depende de la guía y las bendiciones de un Guía Espiritual cualificado.
© Geshe Kelsang Gyatso & New Kadampa Tradition