El camino gozoso de buena fortuna

El sendero budista hacia la iluminación

por Gueshe Kelsang Gyatso

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Presenta el sendero completo hacia la iluminación de una manera fácil de comprender y practicar. Enriquecido con relatos e inspiradoras analogías, revela el significado esencial de todas las enseñanzas de Buda según el orden en que se han de practicar y nos guía en todas las etapas meditativas que conducen hacia la iluminación. Si seguimos las enseñanzas que se muestran en esta preciosa obra, podremos cambiar nuestras vidas, desarrollar plenamente nuestro potencial humano y descubrir por nosotros mismos la ilimitada capacidad de paz y de felicidad que poseemos en nuestro interior.


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Cómo aprovechar al máximo nuestra existencia humana

Cuando meditamos en el gran valor y la rareza de nuestra preciosa existencia humana, estamos haciendo una meditación analítica que nos induce a tomar la firme decisión de no desperdiciar ni un solo momento de nuestra vida y de aprovecharla al máximo poniendo en práctica el Dharma. Cuando esta determinación se manifieste en nuestra mente con claridad, hemos de tomarla como objeto de meditación de emplazamiento y concentrarnos para acostumbrarnos a ella.

Aunque ahora poseemos esta preciosa existencia humana dotada de libertades y dones, es posible que aún nos resulte difícil practicar el Dharma con sinceridad porque tenemos algún otro tipo de limitación como, por ejemplo, no tener tiempo para dedicarnos al estudio y a la meditación. No se encuentra con frecuencia a una persona que disponga de todas las condiciones idóneas para el adiestramiento espiritual, pero el mayor impedimento es no tener un fuerte deseo de practicar. Yhe Tsongkhapa dijo que para tener el deseo de aprovechar al máximo nuestra preciosa existencia dotada de libertades y dones, deberíamos meditar en las cuatro determinaciones siguientes:

Necesito practicar el Dharma.
Puedo practicar el Dharma.
He de practicar el Dharma en esta vida.
He de practicar el Dharma ahora mismo.

Para querer practicar el Dharma, primero hemos de convencernos de la necesidad de hacerlo. Para ello meditamos de esta forma:

Tengo que practicar el Dharma porque deseo ser feliz y evitar el sufrimiento, y este es el único método infalible para lograr estos objetivos. Si lo hago, eliminaré todos mis problemas y podré beneficiar a los demás.

Es posible que comprendamos la importancia de adiestrarnos en el Dharma pero pensemos que no somos capaces de hacerlo. Para eliminar dudas y convencernos de que poseemos las condiciones necesarias para practicar el Dharma y somos capaces de hacerlo, reflexionamos de la siguiente manera:

Ahora poseo una preciosa existencia humana dotada de las libertades y los dones, y dispongo de todas las condiciones externas necesarias, como haber encontrado un Maestro Espiritual cualificado. No existe razón alguna para no poder adiestrarme en el Dharma.

Sin embargo, es posible que reconozcamos la importancia de practicar el Dharma y nos sintamos capaces de hacerlo, pero lo dejemos para más adelante, en una de nuestras vidas futuras. Para eliminar esta pereza de la postergación debemos recordar que, como no tenemos la seguridad de poder obtener otro precioso renacimiento humano, hemos de practicar en esta misma vida.

Quizá reconozcamos que hemos de practicar en esta misma vida, pero aún pensemos que será mejor hacerlo cuando nos jubilemos. Para vencer esta actitud complaciente, debemos recordar que podemos morir en cualquier momento y, por lo tanto, hemos de empezar a practicar el Dharma cuanto antes. Tras esta reflexión tomaremos las siguientes cuatro resoluciones:

Voy a practicar el Dharma.
Puedo practicar el Dharma.
Voy a practicar el Dharma en esta vida.
Voy a practicar el Dharma ahora mismo.

Estas cuatro decisiones poseen un inmenso valor, porque nos inducen a generar de manera natural un deseo continuo y espontáneo de aprovechar al máximo nuestra preciosa existencia humana. Este deseo es nuestro mejor Guía Espiritual, porque nos conduce por los caminos espirituales correctos. Sin él, el consejo y aliento de los demás no nos ayudarán a poner en práctica el Dharma.

En cierta ocasión, Aryadeva y Ashvaghosa se disponían a entablar un debate. Ashvaghosa estaba de pie en el umbral de la habitación, con un pie dentro y el otro fuera. Para poner a prueba la sabiduría de Aryadeva, le preguntó: «¿Voy a salir o a entrar?» Aryadeva contestó: «Depende de tu intención. Si quieres salir, saldrás. Si quieres entrar, entrarás». Ashvaghosa no supo qué responder, porque lo que dijo Aryadeva era totalmente cierto.
© Gueshe Kelsang Gyatso y New Kadampa Tradition