Tesoro de contemplación

El modo de vida del Bodhisatva

por Gueshe Kelsang Gyatso

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Tesoro de contemplación es el mapa del camino mahayana porque nos muestra cómo entrar en él y cómo recorrerlo paso a paso hasta llegar a la meta final.

El Bodhisatva es aquel que ha decidido liberar a todos los seres del sufrimiento desarrollando su potencial espiritual. Muchas personas tienen el deseo compasivo de beneficiar a los demás, pero pocas saben cómo ponerlo en práctica en la vida diaria.

En este celebrado comentario a la gran obra budista clásica Guía de las obras del Bodhisatva, Gueshe Kelsang nos enseña cómo generar y mantener la motivación compasiva del Bodhisatva, y cómo realizar las prácticas que más benefician a los demás y nos conducen al logro de la iluminación total.

Cada capítulo está dedicado a una de las seis perfecciones del Bodhisatva: generosidad, disciplina moral, paciencia, esfuerzo, concentración y sabiduría. Esta gran obra debe su fama a las prácticas instrucciones para sustituir el egoísmo por amor a los demás y a su clara exposición de la profunda visión de la realidad última.

Una obra budista indispensable, que todo practicante de budismo debe tener. – JOHN BLOFELD


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Adiestramiento en la concentración

Shantideva resume de la siguiente manera la tercera actividad de la conclusión después de aceptar por completo la bodhichita:

«Hoy, en presencia de los Protectores, invito a todos los seres sintientes al banquete del deleite insuperable. Que todos los que apreciáis el Dharma, los dioses, los semidioses, los nagas y los humanos, os alegréis y seáis felices». [34]

Hasta ahora, Shantideva ha presentado de manera extensa los métodos que se revelan en el Dharma, pero ¿cómo se ponen en práctica? Debemos concentrarnos en las enseñanzas que hemos recibido realizando meditaciones analíticas y de emplazamiento. Primero hemos de analizar el tema que hayamos elegido con ojo crítico, intentando comprender su significado e importancia en nuestras vidas. Cuando juzgamos, examinamos e intentamos comprender las enseñanzas de este modo, estamos realizando una meditación analítica. Después de realizar esta contemplación, cuando lleguemos a algunas conclusiones respecto al objeto en que estemos meditando, debemos concentrarnos en ellas de manera convergente. Esto es lo que se llama meditación formal o de emplazamiento. Si pensamos que meditar consiste en sentarse y vaciar la mente de pensamientos, no recibiremos beneficios por mucho que lo hagamos.

El objeto de la meditación puede ser un aspecto particular de las enseñanzas, como los beneficios de la bodhichita, la forma de nuestra Deidad personal o incluso la respiración. Cualquiera que sea el objeto que elijamos, debemos examinarlo con detalle para obtener una idea clara de él. Por ejemplo, para cultivar la concentración, podemos meditar en la forma visualizada de un Buda, puesto que simboliza todos los aspectos de la sabiduría y el método del camino espiritual. Podemos elegir una imagen o estatua que la represente con claridad y contemplarla con detenimiento, fijándonos en todos sus detalles, desde la coronilla hasta los pies, y viceversa. Si realizamos esta contemplación de manera correcta, obtendremos al menos una imagen general del cuerpo de un Buda. Este cuerpo visualizado es el objeto de nuestra meditación. Cuando nos sentemos en silencio para practicar la meditación de emplazamiento, intentamos percibir esta imagen con el ojo interno de la mente y mantenerlo con el poder de la retentiva y vigilancia mental.

Este proceso puede compararse con los preparativos para emprender un viaje. Si deseamos ir a Madrid, primero debemos conocer la carretera que conduce a esta ciudad o de lo contrario es posible que terminemos en Burgos. Del mismo modo, si deseamos adiestrarnos en la meditación de emplazamiento y concentrarnos en un objeto de manera convergente, primero hemos de comprenderlo por medio de la meditación analítica o nuestros esfuerzos serán en vano. También es importante saber que meditar en la nada es un gran error. Si tenemos un objeto correcto de meditación, alcanzaremos las nueve etapas de concentración y la permanencia apacible, pero sin él, aunque meditemos durante miles de años, no obtendremos resultados.

Tanto las enseñanzas que se han expuesto hasta ahora como las que se muestran en los próximos capítulos pueden tomarse como objeto de meditación. En este texto de Shantideva no hay ni una sola enseñanza que no sea para meditar. Por lo tanto, es importante aprender el arte de la meditación y aplicarlo en la vida diaria.
© Gueshe Kelsang Gyatso y New Kadampa Tradition