Como Guenla Kunsang nos recordó hoy, la muerte nos puede llegar en cualquier momento -¡igual que la lluvia en el Distrito de los Lagos! Los asistentes al festival sacaron sus impermeables, paraguas y botas de goma. Las bufandas y los gorros también han vuelto, para proteger del frío, pero la calidez de las sonrisas en los rostros de todos continúa… ¡y el Festival sigue lleno de alegría!

Guenla Kunsang nos contó hoy algo que le sucedió en un festival de hace poco en Portugal, cuando casi 10.000 kadampas invadieron la turística ciudad de Cascais durante una semana. Casi al final de la semana, un taxista que sin duda había realizado bastantes viajes esa semana, le dijo a una persona que había asistido al festival: «Por favor, déle las gracias a los organizadores de parte de nosotros. ¡Hemos aprendido tanto de ustedes! Ahora sabemos que es posible vivir en paz».

Guenla, siguiendo las meditaciones de Lamrim del nivel inicial, nos ha pedido que imaginemos cómo sería nuestra vida si realmente creyéramos ‘puede que muera hoy’, como señala la meditación en la muerte. Guenla dijo que naturalmente encontraríamos el tiempo para practicar Dharma sin pereza, naturalmente evitaríamos acciones negativas y nos involucraríamos en las positivas, naturalmente nos centraríamos en cosas más allá de esta sola vida, liberándonos de preocupaciones mundanas.

¡Imagínalo!

¡Sería como estar siempre en el festival! Todo el mundo ofreciéndose voluntario para ser de servicio a los demás. Sirviendo la comida, proporcionando seguridad, limpiando, cocinando, indicando el camino a los coches, etc, todo con cordiales sonrisas, incluso cuando a los voluntarios les toca estar de pie bajo la fría lluvia; practicando Dharma de forma natural, experimentando cómo los beneficios de esta practica se manifiestan directamente a todo nuestro alrededor.

¡Sí, una vida en paz es posible! Y una vida significativa, creadora de paz en el futuro para nosotros mismos y para los demás, creadora de liberación e iluminación.

Como colofón, Guenla compartió algunas citas del venerable Gueshela:

«Por favor, comprended lo valioso de las joyas que os estoy entregando. Os estoy dando diamantes, no penséis que es vidrio. Os estoy dando oro, no creáis que es metal.»

El festival nos ayuda a empezar a experimentar el incalculable valor de estas Joyas del Dharma.
Ya llueva o haga sol.

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