Superar el insomnio con meditación
Matthew Capps
El dolor del insomnio
El último periodo de 2 años ha sido, sin duda, el más duro y desafiante al que me he enfrentado en mi vida. Ahora tengo 52 años y, por desgracia, en marzo de 2022 empecé a padecer insomnio. La preocupación por no dormir pronto se convirtió en un "tren desbocado" y en 8-10 semanas le siguieron la ansiedad general y la depresión.
Estos 3 retos forman el "círculo vicioso" perfecto y se alimentan mutuamente sin cesar. Sentía que mi mente estaba completamente dominada y si conseguía dormir algo, era una buena noche. No había respiro mental y los pensamientos de ansiedad me asaltaban cada pocos segundos. Perdí peso y la depresión era tan grave que dudaba de mí misma y me preguntaba cómo podría salir de esta pesadilla. Luché por conseguir ayuda de salud mental del Servicio Nacional de Salud y sólo pude conseguir medicación antidepresiva, que no me dio tregua, a pesar de que aumenté la dosis en varias ocasiones.
Cálida acogida en el centro de meditación
Mi recuperación comenzó finalmente en septiembre de 2022, cuando un buen amigo me recomendó la meditación respiratoria y me sugirió que buscara un centro budista en Exeter. Por suerte, busqué meditación en Exeter en Google y acudí a las meditaciones matinales del Centro de Meditación Kadampa de Exeter. Al principio me sentí un poco incómoda en mi nuevo entorno, a pesar de la bienvenida increíblemente cálida y amistosa de guen Chonyi, el maestro residente, y de otros estudiantes regulares. Mi respiración mejoró y por fin tuve algo de paz mental, aunque sólo fuera durante unos minutos. Aunque sabía muy poco sobre la tradición budista kadampa, siempre me sentía mejor por haber visitado el centro.
Aprender a aceptar el sufrimiento
Empecé a visitarlo con más regularidad y a leer un par de los maravillosos libros del maestro budista Gueshe Kelsang Gyatso. La guía más útil para mí vino en su libro titulado "Cómo solucionar nuestros problemas humanos". Releí muchas veces el capítulo titulado "Aprender a aceptar el sufrimiento" e intenté ponerlo en práctica. No es fácil, pero sin duda es el camino que debo seguir. Es un reto diario aceptar gradualmente mi sufrimiento (¡por ahora!) y trabajar para reducir mi mente fuertemente aferrada.
Las enseñanzas budistas (Dharma) son muy claras y profundas, sobre todo teniendo en cuenta que se escribieron hace cientos de años. Los libros actuales de Gueshe Kelsang Gyatso hacen que los consejos sean aún más relevantes para la vida moderna. Sin duda, nadie puede discutir los tres principios fundamentales de sabiduría, compasión y paz mental.
Sin sermones, sólo explicaciones claras
No se trata sólo de la sabiduría del Dharma en sí. Para mí ha sido igual de importante la forma en que mi maestro y los maestros de otros centros Kadampa que he visitado en el Reino Unido imparten las enseñanzas de Buda. Siempre es fácil de entender para todo el mundo, incluso para alguien como yo, que me siento como si todavía tuviera puestas mis "placas L" con mi conocimiento del budismo. Además, se imparte de forma que cada uno pueda tomar lo que considere que le ayuda y nunca se tiene la sensación de que te están "sermoneando". Entienden y aceptan que todos nos encontramos en diferentes etapas de aprendizaje y práctica.
Sentirse esperanzado y apoyado por la amabilidad
La sabiduría y los beneficios del budismo también se han visto enormemente reforzados por las maravillosas personas que he conocido en todos los eventos kadampa a los que he asistido. Todos han sido increíblemente amables, generosos y humildes. Algunas de sus historias también han sido muy conmovedoras e inspiradoras y han reforzado mi creencia de que seguir el budismo kadampa es muy útil, especialmente si te enfrentas a uno de los mayores retos de la vida.
Aún estoy aprendiendo y sufriendo, pero tengo esperanza y fe. Gran parte de esto se debe al afortunado consejo inicial que recibí de visitar KMC Exeter para obtener ayuda para mi insomnio a través de la meditación en la respiración. Espero que estas pocas palabras ayuden a otros a iniciar su propio viaje espiritual.
Matthew Capps
Matthew Capps asiste al KMC Exeter